Se recuerda hoy un nuevo Día Internacional de la Mujer con una fuerte lista de reclamos por la ampliación de derechos. En ella destacan el reclamo contra las desigualdades de género, contra la violencia machista, por el aborto legal, seguro y gratuito, por la plena vigencia de la ESI (Educación Sexual Integral) y su extensión al ámbito de las Universidades, la lucha contra los fundamentalismos y contra el liberalismo como proyecto de sociedad, entre otros puntos.
En este contexto de movilización y consolidación de los movimientos de mujeres, la Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Mter. Gisela Spasiuk, reflexionó sobre los procesos contemporáneos que tienen a las mujeres como principales protagonistas.
¿Cuál es la importancia de recordar este año el Día de la Mujer?
El 8 de marzo en particular se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Recordamos a aquellas pioneras que dijeron basta a la opresión en su espacio laboral y gestaron una medida de fuerza pacífica. No obstante no fue pacífica le costó la vida a varias porque lo que estaban haciendo era animarse a desafiar al poder y al orden instituido. Se animaron a enfrentar la opresión.
El 8 de marzo no es el único día en el que conmemoramos cuestiones de defensa de nuestros derechos; sin embargo es quizás el día más conocido y simbólico para hacer públicas nuestras interpelaciones contemporáneas frente a las opresiones múltiples y diversas a las que seguimos estando expuestas las mujeres y otros cuerpos femineizados.
Por eso este año, como otros, saldremos a la calle y además llamamos al paro internacional. Este año además entiendo es necesario pensar particularmente en las condiciones de vida de las congéneres que el Estado argentino abandona y deja de proteger. Estamos ante el silencio cómplice de nuestros gobernantes.
¿Cuáles son las principales luchas de los movimientos de mujeres en estos días?
La lucha es claramente contra el sistema patriarcal, contra las estructuras machistas que hacen que cobremos menos salarios por igual trabajo, que no lleguemos aunque seamos capaces a los puestos jerárquicos, que hacen que la violencia se incremente y los femicidios estén a la orden del día. Sistema que sigue imponiendo que seamos las únicas responsables del gestar y que tengamos la obligación de maternar, bajo cualquier circunstancia como si fuera natural hacerlo.
El sistema patriarcal no es natural, es una construcción socio cultural y económica que como tal debe ponerse en cuestión y desmontarse. Y es sobre esto, sobre el cómo hacemos, donde reside el mayor desafío de los movimientos feministas en general.
¿Y en Misiones cuáles son los desafíos que enfrenta el movimiento de mujeres?
En la provincia en particular tenemos un movimiento que se consolida con diferencias y avanza, que ha logrado instalarse como tal y que ante la Ley de Paridad de Género deberá encontrar las formas de consolidar que sus cuadros ocupen lugares de poder para dar las discusiones que sean necesarias; y que nos garanticen la voz de las feministas en las Cámaras.
Nuestro desafío es cómo conciliar y atender una agenda de temas y necesidades que identifiquen el amplio y heterogéneo abanico de demandas de los diversos sectores de mujeres y que articule entre las necesidades prácticas y aquellos aspectos estratégicos de la lucha feminista. La legalización del aborto es uno de los grandes temas de nuestra agenda pero no es el único, el hambre y las necesidades educativas y laborales de un amplio sector es tan prioritario como todo lo demás.
También entender y atender la feminización de la pobreza es clave en esta lucha sorora donde hay quienes la pasan muy, muy mal. Por ello, las que tenemos posibilidades de decir, de exponer, debemos visibilizar la complejidad de las demandas feministas en clave de derechos.
Creo que la construcción de la sororidad es clave en este proceso y así se está demostrando. Queremos cambiar el sentido desde donde se discuten cuestiones públicas en el espacio público; pero también queremos cambiar los modos y prácticas de hacer política entre otras cuestiones. En lo personal entiendo que son tiempos de conciliar y sumar en las coincidencias para avanzar y que poco suman las confrontaciones innecesarias que nos conducen a posicionamientos dogmáticos desde los cuales es difícil construir.
Por otra parte la lucha feminista no deja de pensarse y anclarse en un proyecto inclusivo de sociedad que hoy tiene como eje la lucha contra los fundamentalismos, por ejemplo.
En este contexto: ¿cómo interviene la Universidad Pública en estas problemáticas?
La educación es clave en estos procesos y como instituciones de educación superior se está avanzando al incorporar a la agenda universitaria y de nuestra facultad estos temas como temas de trabajo y abordaje institucional. El gran desafío sigue presente en cómo vamos incorporando a las currículas este trabajo, cómo se incorpora en la formación disciplinar y en todas las carreras.
Cabe destacar que de las seis facultades de la UNaM, la Facultad de Humanidades, por ejemplo, es la única que tiene dentro de bienestar estudiantil becas de guardería. Es un indicador de todo lo que falta por hacer.
A nivel nacional se ha conformado una red de trabajo entre universidades para instrumentar diversos proyectos y acompañarnos en este camino, aprendiendo unos de otros. Aquí se inscribe el trabajo necesario e imperativo de contar con protocolos de violencia de género o espacios institucionales de abordaje. Asimismo, sigue siendo un desafío a sostener y profundizar la producción de conocimientos en clave de género y de derechos, contextualizada a nivel regional.
Podemos decir mucho más pero en síntesis el balance del recorrido es positivo dado que hemos demostrado que con aciertos y errores no retrocedemos y no nos rendiremos.
Fuente: Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales