Los ferry boats Ezequiel Ramos Mejía y Roque Sáenz Peña permanecen desde 2011 frente a la zona portuaria de Nemesio Parma.
Actualmente están a flote. “Hoy están flotando los dos y estamos viendo algún tipo de financiamiento o línea de crédito para su puesta en valor”, aseguró el subsecretario de Planeamiento Estratégico, Marcelo Surraco. “Estamos viendo esa posibilidad con la gente de Turismo de la Nación”, añadió, y aseguró que “esto es al margen del proyecto que están trabajando los ferroaficionados”.
La idea contempla la posibilidad de remodelar los ferrys y ofrecerlos como un polo turístico, que fueron vitales en el transporte de personas y mercaderías el siglo pasado, surcando las aguas del Paraná durante 80 años. Su historia arranca en octubre de 1913 y su último viaje se concretó en abril de 1990. Dejaron de navegar debido a la construcción del puente San Roque González de Santa Cruz y fueron condenados al olvido.
Hoy los altos costos que se manejan para un posible reflote o puesta a punto de los barcos frenan cualquier tipo de proyecto. Las cifras son millonarias y las prioridades pasan por otras áreas más primordiales.
Por su parte, la ferroaficionada Analía Colazo Bidegain, que además preside la Fundación Ferroclub del Nordeste Argentino, contó que buscarán que las embarcaciones sean trasladadas a la zona de la ex estación de trenes de Miguel Lanús para repararlas y exhibirlas.