El ministro de Turismo de Misiones, José María Arrúa, planteó a Parques Nacionales (APN) y a la firma concesionaria del Área Cataratas, Iguazú Argentina, que se permita el pago de las entradas de acceso al atractivo turístico con moneda extranjera -por lo menos dólares norteamericanos, euros, reales y guaraníes- y con tarjetas de débito y crédito.
Actualmente la única forma de pagar para entrar a una de las siete maravillas naturales del mundo es con pesos argentinos en efectivo.
Otra posibilidad es comprar las entradas a una agencia de turismo, allí sí puede pagarse de diversas formas, pero el recargo es muy elevado para lo habitual en turismo internacional, nunca menos de un 20 por ciento extra.
“Vamos a insistir ante las autoridades correspondientes y las veces que haga falta para que se pueda pagar con tarjetas y moneda extranjera”. Para Arrúa, es inconcebible que en la actualidad un producto turístico de nivel internacional se encuentre vedado para quienes no disponen de una única forma de pago, cuando los atractivos más concurridos del mundo permiten casi en su totalidad el pago con plástico en boleterías como así también la compra previa de tickets incluso vía internet.
El funcionario misionero busca que el reclamo sea atendido en breve, ya que la última parte del año suele ser pico en cuanto a visitas a Cataratas, luego de la temporada alta de Semana Santa e invierno.
“Es una decisión política de gestión conseguir eso. Además de ser un pedido de la gente y del sector”, aseguran desde el ministerio quienes llevan adelante las gestiones ante la autoridad nacional.
Desde las oficinas del organismo nacional que administra los parques, un argumento histórico hasta hace poco era la falta de conectividad con la web en la zona del Parque Nacional Iguazú, algo absolutamente resuelto, toda vez que dentro del parque ya todos los comercios y tiendas habilitados cobran con tarjetas.
El asunto no deja de preocupar al sector, ya que se estima que hasta un 15% de visitas se pierden por el impedimento «técnico» que suele ser motivo de quejas por parte de turistas extranjeros, incluso de países limítrofes. Por solamente citar un ejemplo opuesto, según las normas vigentes en el Mercosur, si un brasileño deseara pagar un peaje en una ruta argentina con reales, la concesionaria está obligada a aceptarlo.