Desde el próximo 1° de enero, los bancos podrán cobrar como máximo un arancel 2,15% por las compras con tarjetas de crédito y de 1% por las que se realicen con débito en todo el país. La reducción será ejecutada automáticamente en el sistema de liquidaciones, sin que los establecimientos comerciales deban realizar ningún tipo de gestión.
Desde el 1 de enero de 2019, de acuerdo a una política de reducción arancelaria acordada con el Gobierno, el arancel máximo para tarjetas de crédito será de 2,15% y el arancel máximo para tarjetas de débito de 1%. Esta política fue acordada entre todas las tarjetas del mercado junto con los organismos CAME, ATACYC y la Secretaría de Comercio de la Nación. La reducción será ejecutada automáticamente en el sistema de liquidaciones, sin que los establecimientos deban realizar ningún tipo de gestión.
A su vez, el acuerdo establece que el arancel máximo irá descendiendo año a año. Así, en 2020 bajará al 2% con crédito y 0,9% con débito, y para 2021 de 1,8% con crédito y 0,8% con débito.
Con el aumento de las tasas de interés, la inflación y la caída del poder adquisitivo el sector crediticio vio un derrumbe durante 2018. La mayor debacle se dió en el segmento de 13 a 24 cuotas con una disminución del 61% en las operaciones, seguido por más de 24 cuotas con un negativo de 41%, mientras de 4 a 6 cuotas tiene una reducción del 31%, y de 7 a 12 cuotas del 29%.
