El odontólogo y profesor argentino Enrique Febbraro vio por televisión la llegada del hombre a la Luna desde su casa en Lomas de Zamora, el 20 de julio de 1969, y pensó que era la oportunidad para concretar una idea que ya tenía desde hace un tiempo. “Me enteré que los yanquis querían poner un hombre en la Luna en nombre de la amistad de la humanidad hacia el universo”, le contó al diario cordobés La Voz del Interior en 2015.
De ahí en más se embarcó en una meticulosa operación, propia de la época: mandó tarjetas postales, más de mil, a todos a quienes conocía para contarles su idea de un “día del amigo” que recuerde la fecha histórica de la carrera espacial. “Me respondieron 800, quedé asombrado”, contó. La campaña en Argentina le llevó tiempo y dinero: “Fueron varias vacaciones, el auto y muchas cosas de las cuales debí privarme, pero nunca pedí ninguna retribución por lo que hice”.
Con el tiempo, aquella idea-brote de un señor con buena voluntad prendió hasta convertirse en una fecha emblemática en el calendario popular argentino para saludos, regalos y encuentros de sonrisas y abrazos. Una costumbre que la pandemia puso en pausa en 2020 y que este año retomará algo de su ritmo habitual, con las restricciones que se aplican en cada una de las provincias y municipios. Pese a todo, la llamita de la amistad sigue dando calor cada 20 de julio.
Fuente: IP Noticias