Jugar es fundamental para la vida de los niños, puesto que mediante los juegos ellos exploran diferentes capacidades que les permiten descubrir el mundo por sí mismos. Algunas de las competencias que se desarrollan jugando son: la creatividad, la imaginación, la cooperación, la memorización, el desarrollo sensorial, la coordinación psicomotriz y las capacidades afectivas, ya que por medio del juego se experimentan sentimientos como sorpresa, expectación, enojo o alegría.
Pero, ¿están entrando en extinción aquellos juegos clásicos que nos enseñaron nuestros padres y abuelos? Yo creo que su desaparición depende de nosotros, por eso es importante recordarlos, para que los chicos de hoy los conozcan y descubran toda la diversión que existe más allá de las tabletas, celulares y computadoras.
Entre los juegos tradicionales más conocidos de la Argentina se encuentran:
Escondidas: Consiste en que uno de los jugadores intente encontrar al resto en el menor tiempo posible. El primero en ser encontrado será el que pierda, aunque si el último de los jugadores escondidos logra llegar al “plazo” sin ser capturado podrá salvarse a sí mismo y a sus compañeros.
Mancha: Existen muchas variantes de este juego, principalmente cambiando lo que le sucede al jugador alcanzado por un perseguidor. Según la variante, puede tener que quedarse congelado hasta que otro jugador lo toque, tener que correr con el perseguidor sujetando su mano, o salir del juego.
Saltar la soga: Dos participantes toman los extremos de la soga y la hacen girar, al mismo tiempo que otro u otros participantes saltan sobre ella intentando no tocar la cuerda. Este juego suele ir acompañado con canciones.
Rayuela: La rayuela es un juego con larga data a nivel mundial, su origen no se conoce con exactitud, pero se lo relaciona con los juegos lineales de las civilizaciones egea, griega y romana. Existen numerosas variantes de este juego, pero todas tienen en común el hecho de tener que saltar con un pie por cada una de las casillas, sin tocar los bordes, hasta llegar al denominado “cielo”.
Huevo podrido: ¿Recuerdan su canción?
“Jugando al huevo podrido
Se lo tiran al distraído.
El distraído lo ve
Y huevo podrido es”
Este es un juego típico de cumpleaños. Los niños se distribuyen en ronda y uno de ellos gira alrededor con un objeto que representa “el huevo podrido”. Mientras todos cantan, lo deja detrás de otro de los jugadores, el cual deberá dar una vuelta a la ronda intentando que el primero no tome su lugar.
Canicas: Las canicas eran aquellas “bolitas” que no sólo eran coleccionables, sino que formaban parte de un juego donde se las intentaba meter en un pequeño agujero hecho en el suelo. El ganador podía quedarse con las canicas de sus compañeros.
Y ustedes, ¿a qué jugaban cuando eran niños?
Lic. en Comunicación Yuliana Rolón