Gigio Barrios: “Hay una sola enfermedad de la sociedad que es la religión sin Dios”

Es misionero del Verbo Divino residente en EEUU. Sus principales obras están dedicadas a la “Salud Integral” como método que relaciona la fe, la religión y la ciencia. Sostiene que “aprender a vivir con lo diferente es tradición guaraní” y apunta a la “ilimitada capacidad del cerebro”. Habla de un “infantilismo religioso” con los líderes mundiales. Asegura que “responder a todo con Dios es un escapismo” y que “no es papel de la religión explicar el cómo de las cosas”.

“Me muevo en el ambiente científico” dice el Padre Gigio Barrios, quien reside en los Estados Unidos hace varios años. “Hay que ayudar a hacer pensar. La gente cree y sigue cualquier cosa” dice con un tono que transmite pasividad y distinto al castellano tradicional.

Benjamín Eber Barrios, más conocido como “Padre Gigio” nació en Posadas en 1956, y a los 20 años decidió entrar al Noviciado de Encarnación del Verbo Divino. Ordenado como Sacerdote, realizo trabajos con fuerte presencia en Paraguay, Brasil, Europa y Estados Unidos. Tiene estudios de doctorado en Sociología, Psicoanálisis, Teología, Filosofía Política, Psicología Cultura, entre otros.

El Padre Gigio es conocido por los estudios y la relación respetuosa que establece entre la religión (o las religiones) y la ciencia. Promueve la enseñanza porque” todavía el ser humano no se apropió de las funciones”.

Barrios relaciona su decisión por el sacerdocio a distintas razones que formaron parte del periodo histórico de su juventud “no tuve una cosa extraordinaria. Estaba muy ligado a grupos culturales y había razones que causaban indignación como la pobreza y la mentira” sostiene. Además, relaciona a su decisión el hecho de haber pertenecido a un momento histórico de pleno proceso dictatorial, uno de los periodos más sangrientos de la historia argentina.

El Padre destaca que la Congregación del Verbo Divino está presente en más de 160 países de los 5 continentes por lo que “tenemos una comprensión del mundo muy rica. Hay que aprender a convivir, escuchar, convencer” menciona respecto a su camino por el mundo como misionero de la congregación.

“Cuando uno va a otros países, uno busca la razón de ser de la propia raíz. Y eso te hace notar la riqueza que tienen Misiones, es la frontera más internacional de Argentina, multi cultural y multi lingual” dice orgulloso de su tierra natal. “Cada país tiene su momento y espacio cultural. El Litoral tiene una característica muy específica. Aprender a vivir con lo diferente viene mucho de la tradición guaraní, hay una mística muy potente” agrega.

Barrios vive actualmente en los EEUU como misionero de la Congregación se dedica a la población latina que vive en ese país: “trabaje más con los inmigrantes y me intereso conocer al americano. Tienen una matriz espiritual muy guerrera, se tuvieron que hacer matando a los indios. Hubo una masacre increíble. No saben convivir con lo diferente, todo el tiempo quieren mostrarse como ganadores” comenta.

Una de sus frases más conocidas se refiere a que “la salud no debe quedar solamente en manos de los médicos”. Explica que respeta el trabajo profesional pero que “ellos tienen una formación en donde estudian a la enfermedad. Son pocos los que tienen una visión integral en la formación. El ser humano es cuerpo, energía, relaciones, alma. No estudian al ser humano como una totalidad”.

Sin embargo, el sacerdote apunta a que “la ciencia del ser humano es salud. Una verdadera religión tiene que dialogar con la ciencia. Las religiones en si son una búsqueda del ser humano para reatar una relación rota. Toda relación rota es una enfermedad”.

“Si hay una enfermedad hoy en la sociedad, es la religión sin Dios” dice con firmeza, “hay gente que hace devoción religiosa de un líder político, de su dinero, poder o futbol. La religión nace para re atara relaciones trascendentes, no solamente mundanas”.

“Las formas que vemos de las personas de relacionarse con líderes políticos es un infantilismo religioso. La política es ideas y proyectos, no son personas. Seguir a un líder es una estupidez. Hay que ayudar a hacer pensar. La gente cree y sigue cualquier cosa” dice sin dudar.

El Padre Yiyio es autor y promotor del programa “Salud Integral” de reconocimiento mundial. Se basa en que “una fe madura y cultivada es una fe cederá que puede dialogar con otras formas de abordaje del pensamiento, ahí entra la ciencia. También hay gente en el campo científico que hizo religación de su saber, ahí entran las creencias”.

Asegura que “estamos en un momento muy rico de la sociedad. Tenemos que tener una visión más holística y ahí es donde construimos una relación más respetuosa.

Para el padre” la religión tiene que ubicarse en su debido lugar. La Biblia y Dios siempre te dice el que de las cosas y la razón de las cosas, pero no es papel de la religación entrar en el cómo de las cosas. Ese es papel de a la ciencia” y sostiene que “en el catecismo de la Iglesia Católica está muy claro el cómo de las cosas, el cómo funciona la mente humana para que uno pueda comprender”.

Barrios sostiene además que “hay distintas filosofías de vida como la meditación, que busca el bien estar del ser humano y de su salud. Entonces, ¿cómo alguien de la religión va a decir que eso es pecado? Está hablando con una ignorancia. Hay tantas funciones del cuerpo humano y es ahí donde uno ve la maravilla. Si Dios nos dio una mente fabulosa es para que la usemos”.

“Debemos afirmar nuestra relación con Dios a partir de tu ciencia, de tu saber y tus búsquedas y que mantengas una relación inteligente. El que quiera responder a todo con Dios, en el fondo es un escapismo porque a veces son haraganes para no pensar un poco más allá” afirma.

Por otro lado, Barrios sostiene que “es una pena que la traducción del temor a Dios. En nuestra cultura suena algo terrorífico. Es asustar. En el fondo sería más correcto hablar de reverencia de vida al misterio de Dios, aquel que es la fuente de todo esto. Habría que actualizar ese término porque el temor está muy relacionado con el miedo y con la culpa o el castigo. Es una pedagogía de la Edad Media donde lo religioso viene por el castigo”.

El Padre sostiene que estamos en plena etapa del consumismo y que eso lleva a que “el deseo no tiene fondo” y que debemos ponerle “cerco, sino te ahogas en el deseo. “Si uno se pregunta el origen de un teléfono celular te asusta, porque fue un aparato de guerra. Cuando la industria militar no lo utilizo más, se masifico y ahora todo el mundo tiene un celular”.

La Salud Integral es una propuesta de dialogar con otros. Se basa en el estudio de la mente humana y que la gente sepa manejarlo como un elemento. “Es un potencial que no tiene límites” dice el cura. “Nuestro cerebro llego a su momento más alto, pero todavía el ser humano no se apropió de las funciones. A veces de nuestro cuerpo conocemos muy poco”.

“Si supiéramos usar mejor nuestro cerebro tendríamos un mejor país, y esa es mi apuesta. Yo como sacerdote entendí que si Dios me llamo fue para algo, no para estar repitiendo cosas. Los cursos más procurados por los inmigrantes eran sobre mente humana”.

Barrios fomenta el desarrollo de un proyecto de vida para cada etapa “seria como una represa, hay que darle un cauce a toda esa energía. Cuál es tu proyecto de vida y que es lo que te moviliza. Cada etapa de nuestra vida tiene un proyecto, y tiene una continuidad. Somos un sujeto original. Hay que reformular, la vida tiene que tener sentido y una carga de alegría para saborear la felicidad”.

Educar significa sacar de adentro de la persona, dice Barrios y sostiene que hay una generación que no piensa, reflexiona o repite. De ahí “la tarea de todas las religiones, debe ser educar al ser humano a destapar la comunión con el misterio” y menciona a que “debemos aprender los humanos de la capacidad de autosugestión. Es para mejorar la vida. Es la primera revolución que tiene que hace el ser humano en su vida”.

El Padre dice que cuanto mejor es la emoción, mejores son nuestras ideas al ser personas armonizadas, ya que nuestro cerebro nos permite pensar y sentir. “Cuando se habla sin pensar, reaccionamos mecánicamente. Es la parte ciega del cerebro. Aparece la parte defensiva. El mejor ejemplo es el Presidente Norteamericano Donald Trump. Especialistas aseguran que tiene un cerebro de un niño de 7 años, no tiene capacidad de pensar o de ser un Estadista. Entonces son agresivos y son reacciones violentas, ofensivas”.

“Hay que hacerse amigo de nuestro cerebro” dice el sacerdote ya que “desde el vientre materno comienza a grabar las emociones, las sensaciones de mama y papa y va a ser el último que muere de nuestro cuerpo”.

Barrios considera al hombre como un sujeto “único, original e irrepetible. El día que te asumes como tal, te da una paz única. No necesitas parecerte a nadie. Yo pertenezco a una familia, pero si hay gente en la familia como personas toxicas, yo elijo quien es mi familia, puede tener mi sangre, pero no se comporta como un pariente, entonces prefiero tomar una distancia saludable. Yo pertenezco a la Iglesia Católica, pero no soy fanático o un dependiente enfermo. Soy sujeto. Tampoco puedo depender de mí, tengo que tener la capacidad crítica y decir que en esto me equivoqué”.

El Padre Gigio observa que en Argentina todavía no tenemos la dimensión de lo que significa tener un Papa Argentino. “Hay que salir un poco afuera para darse cuenta. Yo estaba en Belo Horizonte, conozco su historia y me emocione cuando hicieron el anuncio. Dije va a sacudir la Iglesia por dentro, dicho y hecho”. Habla de una utilización política de entorno a la figura del Papa Francisco donde “hay un infantilismo tremendo, hay grupos que quieren sacar ventajas, pero él no es tonto. Tendrá su adhesión, pero no le permite estar protegiendo crímenes hecho en el país”.

Por último, el Padre Gigio sostiene que le “preocupa una Iglesia Americana que no sabe tratar a los Latinos. Curas distantes, burocracitas y formales. Poca capacidad de estar con la gente y creen que saben todo. Los curas latinos también tienen ese modelo, para mi es una gran incógnita de que va a ser de los propios latinos”, y lanza determinante que le “sorprende el silencio (de la Iglesia Católica) en temas éticos donde está en juego la dignidad humana”.

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