Según los datos publicados ayer por el Indec, durante febrero, el aumento de la canasta básica alimentaria (CBA) con respecto a enero fue de 5,1% mientras que la canasta básica total (CBT), subió 4,3%. A nivel interanual, el incremento de la CBA fue de 59,1% y el de la CBT 57,2%. El resultado es bastante probable: un aumento de la indigencia y la pobreza.
Traducido a pesos, estas cifras establecen que una persona adulta necesitó $3.597 para situarse sobre la línea de indigencia y $8.922 para no caer en la pobreza, casi $400 más que en enero.
En el caso de una familia tipo (dos adultos y dos niños) en febrero se precisaron $11.117 para cubrir la CBA y $27.570 para costear la CBT, $1.000 más de lo que se necesitó en enero para situarse sobre la indigencia y la pobreza.
Hoy, el Indec difundirá los datos de pobreza e indigencia del segundo semestre de 2018. En el primero, las cifras mostraron que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza fue del 19,6% o 27,3% de las personas. Dentro de este conjunto se distinguió 3,8% de hogares indigentes o 4,9% de las personas. Dado el cóctel inflacionario y recesivo del segundo semestre de 2018, hasta en el Gobierno esperan una suba sensible contra el registro previo. Un dato a mirar de cerca será la pobreza entre los jóvenes, que duplica el promedio general y es un dato preocupante en el corto plazo, desde ya, y también hacia futuro.
Fuente: El Economista