El Ministro de Desarrollo Social habla de los ejes de su gestión y la relación con el gobierno nacional. Asegura que como medico “observada que había más problemas sociales que estrictamente médicos” y que su tarea fue de “un gran componente social”. Sostiene que “para erradicar la pobreza de una provincia o país se necesitan décadas”. Califica los aciertos de la Renovación y se muestra “ambicioso” políticamente.
Durante la primera parte de la entrevista, el ministro dialoga sobre los principales ejes en los que trabaja la gestión. Un ministerio “complejo” por tener una composición entre las subsecretarías y áreas más transversales de carácter social.
Como profesional de la medicina, resalta el trabajo por objetivos: “estamos trabajando mucho para tener buenos resultados, convencidos de que estamos haciendo bien, vamos por buen camino”.
El funcionamiento del ministerio “exige presencia en cada uno de los barrios y municipios. Nunca alcanza, satisfactorio o total la ayuda que uno pueda dar”.
Benmaor expresa en varios aspectos la situación económica tanto en su primer año de gestión, como en el presente como una situación que desfavorece a su gestión: “tanto 2016 como el 2017 son a los complejos desde el punto de vista económico, porque desde el punto de vista laboral estamos muy conformes”. Y agrega “desarrollo social trabaja con los sectores más vulnerables: con la pobreza y la indigencia. Eso hace que el trabajo sea dificultoso, en años donde no hay plata más todavía. Sin dinero hay que tener mayor inteligencia, y más materia gris en el equipo”.
Califica positivamente la relación de gestión con el gobierno nacional y puntualmente con la titular del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación Carolina Stanley. “Me llevo muy bien, estamos conformando en una mesa de trabajo sobre distintos temas: respecto a todo lo que es infancia, trabajo joven, hogares convivenciales, salidas laborales, embarazo adolescente, etc”. Y apunta haber logrado “bajar” a la provincia planes nacionales que no estaban incluidos en el territorio.
“La relación es fluida y mutua, no es cuestión del azar, sino que todo el gabinete de Nación ha visto en nosotros en la Provincia un aliado con responsabilidad compromiso, buenos resultados y con mucha transparencia. Es así que siguen apoyando y somos pioneros en muchos planes nacionales como embarazo adolescente que vamos a ser los primeros en llevarlo a cabo” comenta el ministro como una muestra de confiabilidad entre ambas gestiones.
En otro punto de la entrevista, Benmaor se dispuso a hablar sobre algunas dificultades que atravesó al principio de su gestión. Comenta “muchas veces pago a proveedores como al personal se suele retrasar, pero dentro del gabinete del gobernador vamos destrabando. El mismo contexto hace que no sean soluciones categóricas, inmediatas o totales. Tratamos de llegar a los objetivos que tenemos con personal y proveedores conformes”.
En este sentido sostiene que el retraso es por “una cuestión lógica debido al contexto económico y que tenemos un importante número de trabajadores que cobran bajos sueldos, pero hemos hecho un expediente que es una solicitud para mejorar a los trabajadores en los que se va a mejorar su situación. Son alrededor de 140 personas. El esfuerzo empieza por lo más precarizados”.
El ministro destaca el equipo de trabajo y califica que “durante este año y medio hubo mucho aprendizaje y conocimiento. Hay un equipo de profesionales, no por título, sino por honestos y responsables. Son 8 subsecretarias , uno de los gabinetes más grandes de la provincia. Cada uno tiene 4 plantes en ejecución y eso ha hecho que los logros hayan sido importantes”.
Benmaor sostiene que “la riqueza más grande que tiene una Provincia es su capital humano”, pero se encontró sorprendido en algunos aspectos referidos a la burocracia estatal: “cuesta acostumbrarse a que haya gente que no quería trabajar. Trabaje toda mi vida, y trabajo para poder comer. Empecé a trabajar gratis en el Hospital y en eso aporté mi granito de arena en disminuir la mortalidad infantil desde la cardiopatía congénita. Esto impactó en la disminución. El hecho de encontrarse con gente que no quiere trabajar es duro y fue una de las cosas que me costó”. Pero destaca que “gracias al dialogo con todo el personal del ministerio hemos podido encaminar a gente que estaba sin tarea”
Su trabajo profesional en el sector público como el privado dice haber despertado el interés por la política, pero mientras atendía pacientes “observada que había más problemas sociales que estrictamente médicos. Conocía la demanda de la gente, la pobreza que llevaba a las enfermedades, las adicciones”.
Y vuelve al punto anterior “cuando tenía que salvar a un chico o derivar, movía cielo y tierra para que pueda salir bien. A nivel de ministerio uno se choca con burocracia muchas veces en vano que no tienen mucha importancia y dificultan la gestión”.
“El medico si no ejerce su profesión con humanismo no merece ejercerla. Hay que hacer un trabajo desde el ministerio de mucho componente humanístico, pensar en otras personas y como dice el Ing. Rovira practicar la empatía” dice el joven ministro.
Contextualiza a la pobreza sin tapujos: “para erradicar la pobreza de una provincia o país se necesitan décadas y generaciones para llegar a ese objetivo, pero hay que tener ese horizonte. La pobreza es multi causal, depende de que parámetros tenga para la definición. Es importante ponerle un numero para poder trabajar en base a ese número, aunque no sea exacto”.
En ese sentido destaca que la última medición realizada del índice de pobreza en el país sirve como base para el desarrollo de trabajo en la reducción “lo que hizo el Presidente de la Nación de blanquearla y transparentarla me parece correcto. Es necesario hacer eso”. En cuanto a “pobreza cero dice “creo que es un objetivo apuntados hacia un futuro muy lejano, ni el mismo Presidente cuando dijo Pobreza Cero no lo decía para su gestión. Pero está bien que sea ambicioso”.
Durante el programa siempre hay un espacio para los aspectos personales. El conocido medico saco a relucir su personalidad como “ambicioso en el buen sentido” y cuenta “desde el punto de vista personal quería ser Pediatra. El objetivo lo logré, e hice otras especialidades dentro de la pediatría que fueron trascendentes para la Provincia”.
Actualmente mantiene la vocación de atender “a todos aquellos que tengan problemas del corazón”. Con entusiasmo cuenta que “sigo con muchos pacientes, atiendo los mismos. Una tarde por semana, los viernes por lo general y atiendo gratis”.
“Era el único cardiólogo en el Hospital y no cobraba. Mi vocación de servicio va mucho más allá de lo económico. Hay una cuestión de voluntad de que a nuestra Provincia le vaya mejor y lo demostré. Hay políticos de que se jactan de que trabaja, de que van a lograr cosas a futuro y no han hecho mucho”.
En cuanto a la integración al esquema del oficialismo político apunta a que “fue fundamental el ofrecimiento de Ing. Rovira de formar parte de este espacio. Me llamo la atención, porque nunca había militado o ejercido políticamente, pero si tenía un gran componente social en toda mi tarea. El medico tiene la obligación de extender su atención fuera del consultorio y para más gente”.
Resalta la gestión: “vi que el Partido Renovador ha hecho muchísimos logros y grandes transformaciones en las ultimas décadas, bajo categóricamente la mortalidad infantil, la mortalidad materna, vi lo que es un Hospital Provincial Publico de la categoría de los mejores de la Argentina. Me involucre y estoy muy contento de seguir colaborando por la Provincia.
“Soy muy ambicioso. Quería ser uno de los mejores cardiólogos” y menciona los récords nacionales desde su profesión y asegura que “también la tengo en política, quiero volcar todo lo que uno puede y sabe desde lo humanístico para mejorar la calidad de vida de los misioneros”.
Por último, para verlo, el ministro Benmaor se presta a responder algunas preguntas que despiertan curiosidad y resultan sorprendentes: recuerda un momento en que sintió miedo, la última vez que se rio a carcajadas y un anécdota que pasó mucha vergüenza.