#MiradaInternacional: Balance del G20: Qué nos dejó y cómo nos posicionó ante el mundo

El Grupo de los 20 (Países Industrializados y Emergentes) está compuesto por la Unión Europea y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.

Juntos representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional.

El G20 comenzó hace dos décadas con el perfil de un modesto foro de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales. Pero en 2008, en medio de la crisis financiera internacional, se transformó en una cumbre de líderes mundiales.

En el encuentro de este año, Argentina oficio de anfitrión y coordinador, pero la cumbre giró en torno a las disputas e intereses de los actores internacionales que marcan la agenda política global. En el marco del encuentro hubo seis “reuniones bilaterales”, que, más allá del documento final, definieron el corto y mediano plazo de la diplomacia internacional.

  1. Cumbre Donald Trump-Xi Jinping que giro en torno a un acuerdo comercial entre ambos países.
  2. Reunión Trump (EEUU)-Mohammed Bin Salman (príncipe heredero de Arabia Saudita)- Recep Tayyip Erdogan (Turquia) sobre el deterioro de las relaciones entre estos dos últimos y el respaldo de Trump hacia el líder turco.
  3. Reunión Theresa May-Mauricio Macri sobre temas de la agenda bilateral, una visita de suma importancia, ya que fue la primera de un jefe de gobierno británico en ejercicio a Buenos Aires.
  4. Reunión May-Angela Merkel y Emmanuel Macron sobre la lucha de la líder conservadora en Londres para conseguir que el Parlamento británico apruebe el divorcio negociado con Bruselas.
  5. Encuentro Macri y Michel Temer- Merkel y Macron sobre el demorado acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea.

Una vez finalizada la cumbre se procedió a la firma, por parte de la totalidad de los Estados Miembros, del documento que contenía la declaración final, el cual no trajo compromisos concretos en cuestiones clave como comercio y clima, y, bajo presión del presidente estadounidense Donald Trump, evitó toda referencia al proteccionismo y reconoció el desacuerdo de Washington en relación al combate al cambio climático.

Algunos de los puntos más significativos del documento han sido: con respecto al cambio climático que los Estados Unidos reiteran su decisión de retirarse del Acuerdo de París y afirman su fuerte compromiso con el crecimiento económico, así como con el acceso y la seguridad energética, utilizando todas las fuentes de energía y las tecnologías relacionadas, y protegiendo el medio ambiente; con respecto al trabajo, el compromiso de los líderes políticos a construir un futuro del trabajo inclusivo, equitativo y sostenible.

Esto se llevaría a cabo a través de la promoción del trabajo decente, la formación vocacional y el desarrollo de habilidades, incluida la recalificación de los trabajadores y la mejora de las condiciones laborales en todas las formas de empleo; reconociendo la importancia del diálogo social en esta aérea, incluido el trabajo realizado a través de plataformas digitales, poniendo énfasis en la promoción de la formalización laboral y la construcción de sistemas de protección social que sean sólidos y portables, sujetos a leyes y circunstancias nacionales; sobre la educación, en el texto se recuerda que la educación es un derecho humano y un área estratégica de políticas públicas para el desarrollo de sociedades más inclusivas, prósperas y pacíficas.

Resaltando la importancia de la educación de las niñas; en el área de la tecnología, se comprometen para que las tecnologías transformativas traigan oportunidades económicas como mejores y nuevos trabajos, y mejores estándares de vida, sin embargo, dejan constancia de que esa  transición podría generar desafíos para las personas, las empresas y los gobiernos, las respuestas de políticas y la cooperación internacional ayudarán a garantizar que los beneficios de la transformación tecnológica sean compartidos por todos; en cuanto al comercio, uno de los temas más importantes, se acordó que el comercio internacional y la inversión son motores importantes del crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleo y el desarrollo, reconociendo el aporte que el sistema de comercio multilateral ha realizado en pos de este objetivo.

Actualmente, el sistema no está cumpliendo sus objetivos, y existen posibilidades de mejora, por lo tanto, respaldaran la reforma necesaria de la OMC para mejorar su funcionamiento y revisaran el avance en tal sentido en nuestra próxima Cumbre; en cuestiones de género, el acuerdo señala que la igualdad de género es esencial para el crecimiento económico y para el desarrollo equitativo y sostenible. «Hemos logrado avances en lo que respecta al cumplimiento del compromiso que asumimos en Brisbane de reducir la brecha de género en las tasas de participación de la fuerza laboral en 25% para 2025, pero reconocemos que debemos hacer más en este sentido»; sobre la seguridad alimentaria, reafirman el compromiso de hacer frente a los desafíos que resultan crucial para lograr un mundo sin hambre ni otras formas de desnutrición, impulsando el dinamismo en las zonas rurales y la agricultura sostenible, conscientes de la importancia del manejo sostenible de los suelos y de los recursos hídricos, que cuente con el aval individual de los países y teniendo en cuenta las necesidades específicas de las empresas agrícolas familiares y pequeñas; con respecto a los grandes movimientos de refugiados, estos representan una problemática internacional con consecuencias humanitarias, políticas, sociales y económicas.

Enfatizaron la importancia de las acciones comunes para abordar las causas centrales de los desplazamientos y para dar una respuesta a las crecientes necesidades humanitarias; sobre la corrupción se comprometen a prevenirla, combatirla y liderar con el ejemplo. «Acordamos el nuevo plan de acción 2019-2021 y respaldamos los Principios de Alto Nivel del G20 para la Prevención de la Corrupción y la Garantía de la Integridad en las Empresas de Propiedad Estatal y Principios de Alto Nivel para la Prevención y Manejo de Conflictos de Intereses en el Sector Público. Estos promoverán la transparencia y la integridad de los sectores público y privado»; en cuanto al delicado tema del terrorismo, reafirman su enérgica condena contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones: «Nos comprometemos con la implementación plena de la Declaración de Líderes del G20 contra el Terrorismo de Hamburgo. Reforzaremos nuestros esfuerzos para luchar contra el financiamiento del terrorismo y la proliferación, y el lavado de dinero. Instamos a la industria digital a trabajar juntos para combatir la explotación de internet y de las redes sociales con fines terroristas»; y por último, agradecen al país anfitrión, Argentina, por haber presidido el G20 y haberla celebrado en suelo argentino.

Si pensamos en el balance final en cuanto a la organización de la cumbre en Buenos Aires por parte del gobierno argentino, este ha sido sumamente positivo para nuestro país, pudiendo posicionarse durante las dos jornadas de trabajo de la cumbre como un excelente anfitrión y coordinador, facilitando la realización en tiempo y forma de las reuniones acordadas y la agenda de trabajo cuyo producto final ha sido  la declaración de Buenos Aires.

Si bien había mucha intriga en cuanto a los desafíos que se plantearon a lo largo del último año con miras a la cumbre, como también en cuanto a las actuales tensiones comerciales y estratégicas entre China Y Rusia y el decaimiento progresivo de la estructura internacional, la administración argentina pudo graduar de manera eficaz la agenda y los debates bi y multilaterales que han surgido en las jornadas realizadas.

La situación política internacional para el 2019, año en que Japón será sede del próximo encuentro del grupo de los 20, se vislumbra bajo las mismas condiciones políticas de este año, sin embargo, hay que estar atentos al impacto en el sistema internacional de dos acontecimientos de gran importancia estratégica en cuanto a política exterior: la llegada a la presidencia de México de Andrés Manuel López Obrador y la toma de mando de Jair Bolsonaro en Brasil, ambos países catalogados como actores internacionales de gran peso que pueden definir muchas cuestiones a futuro en la agenda global.

La posición internacional de Argentina, luego de este encuentro, se ha restablecido y el mundo nos ha observado como protagonistas durante el último año, lo cual nos fortalece ante la mirada internacional y no da la posibilidad de insertarnos como potencia media y poner sobre la mesa grande los intereses nacionales de manera inteligente mediante la participación activa en foros y encuentro regionales e internacionales.

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