El martes se realizó la primera de las tres entregas que tendrá el ciclo Cocineros Argentinos en la tierra colorada. Una vidriera excepcional para el Turismo local, que busca recuperarse de los efectos de la pandemia y encuentra en la promoción de su gastronomía; su identidad; su historia; y sus inigualables paisajes, una sinergia única que la posiciona hoy, ante los ojos del país, como uno de los destinos turísticos más atractivos para visitar.
A orillas del Paraná, el balcón del tradicional club de pesca y náutica capitalino, fue la plataforma ideal para el desarrollo del primero de los tres programas. Ayer, miércoles, de 14:30 a 16 hs., fue el turno de Oberá y hoy están en Iguazú.
Con la conducción de la actriz Sofía Pachano, y la cocinera nacida en Misiones, Gladis Mabel Olázar, el chef Julio Salinas presentó uno de los platos más tradicionales en lo que a producto de río respecta: surubí grillado, finalizado en el horno con un croute de chipa guazú; junto a un cremoso de mandioca con mostarda de mamón.
«Nuestra gastronomía ha tenido un gran desarrollo, con una profunda mirada hacia los productos de nuestra tierra, desde donde ha emergido el diseño de una carta con auténtico sello misionero, que ahora es conocida y requerida por los viajeros de todo el mundo. Se ha convertido en un gran producto turístico», destacó el ministro de Turismo, José María Arrúa, quien acompañó el detrás de escena de la jornada.
El postre estuvo a cargo del chef Juan Martín Pace: una Pavlova de jengibre y lavanda, con relleno de crema pastelera de mburucuya, madera confitada, mango, mamón y cítricos a vivo.
Como broche ilustrativo de la auténtica tradición misionera, la parrilla prendida completó el escenario con un dorado a las brasas elaborado por el chef oficial de Marina’s Restó, Julio Sotelo.
De esta manera, bajo la impronta del Programa COMI (Cocina Misionera), el Ministerio de Turismo busca exponer exquisitos platos desarrollados por cocineros locales, con productos obtenidos de la propia tierra y agua misioneras, fortaleciendo el concepto de la Soberanía alimentaria propiciado por el Gobierno Provincial, y mostrando al mundo, a una provincia rica y virtuosa, capaz de conquistar todos sentidos.
«Este es el primer destino que visitamos con Cocineros Argentinos desde el inicio de la pandemia. Decidimos volver a viajar gracias a la invitación del ministro Arrúa, que nos permite mostrar, a través de su exquisita gastronomía, el inagotable caudal de productos turísticos que tiene Misiones. Poder conjugar gastronomía con naturaleza y turismo es lo que nos motiva a seguir eligiendo Misiones», comentó Patricio Balarino, a cargo de la producción del ciclo. No es menor el aporte, además, de técnicos y productores televisivos de Canal 12, su equipamiento de última generación, destacado por el móvil 4K, mediante el cual se realiza la transmisión vía satélite de las tres jornadas.
En Oberá, el escenario fue La Ruta del Té, en Las Camelias, uno de los mayores exportadores argentinos de este producto, graficando la conservación del patrimonio histórico inmigrante, así como la valorización del té en sí mismo, como alimento y atractivo turístico. Bajo el lema «Inmigrantes e Infusiones», se expuso el desarrollo de Campo Viera como Capital Nacional del Té, y de Oberá como Capital Nacional del Inmigrante, cuna de la agricultura familiar. La cocina estuvo a cargo de los chefs Maura Fucks (de La Farigola); y Juan Pablo Koch (de Cantina Club).
Este jueves es el turno de Iguazú, en los inigualables jardines del Gran Meliá Iguazú, ubicado dentro del Parque Nacional, donde se pondrá de manifiesto la convivencia de la biodiversidad y los servicios, que convierten a Misiones en un destino predilecto por su naturaleza sustentable. La cocina de esta jornada, estará a cargo de los chefs Dino Penayo (de Aqua Restó) y Gunther Moros (de Iguazú Grand).
A estas dos últimas entregas se suma el músico y compositor misionero, Chango Spasiuk, quien con su inseparable acordeón pondrá música a los sabores, completando así la ecuación que se conjuga para convertir a Misiones en un destino inolvidable: una tierra que celebra, con sabores de «sus adentros”, los ojos nuevos del amigo que la visita, regalando un chamamé, para motivar el retorno.