El Gobierno nacional envió este miércoles en la Cámara de Diputados un proyecto de ley de «Compre Nacional», que tiene como eje principal darle mayor prioridad a la producción local en las compras públicas, con el objetivo de reanimar a la industria local.
La iniciativa, que lleva la firma del presidente Mauricio Macri y que fue redactada por la Secretaría de Industria y Servicios del Ministerio de Producción, ya tiene línea de largada en la agenda parlamentaria: el martes que viene a las 14 en la sala 2 del anexo de la Cámara baja está convocado oficialmente un plenario de las comisiones de Obras Públicas; y Pequeñas y Medianas Empresas.
«Se trata de una política implementada en todos los países industrializados. Es una medida desarrollista, no proteccionista», sostuvo el ministro de Producción, Francisco Cabrera, en un comunicado.
El Gobierno calcula que con una integración de productos nacionales del 40 % en las compras públicas que lleve adelante el sector público, se podrían crear 70.000 nuevas fuentes de trabajo en los próximos años.
La meta es que en los próximos ocho años, el Estado invierta un monto cercano a los 200.000 millones de dólares en áreas clave como infraestructura, energía y minería, agroindustria, bienes industriales y servicios y tecnología.
Según mediciones del INDEC, en febrero pasado la industria sufrió una caída del 6 % interanual, en tanto que el primer bimestre registró una baja del 3,5%.
Estos datos encendieron luces de alerta en el Gabinete nacional, por lo que decidieron reflotar el proyecto de «Compre argentino», política pública que podría apalancar el repunte del sector industrial mediante el aumento del porcentaje de contrataciones de productos o piezas a empresas autóctonas.
El proyecto prevé elevar los márgenes de preferencia para la industria argentina: en el caso de las pymes, el objetivo es pasar de 7 al 12 %, mientras que para las grandes empresas se espera una evolución del 5 al 8 % (dichos márgenes de preferencia serán modificados en función de la competitividad que registre cada sector).
Entre otros puntos, la iniciativa estipula que «cuando se liciten bienes que no son producidos localmente, se establezca un incentivo para que gane aquel proyecto que prevea una mayor integración de piezas producidas en el país».
«Queremos que las grandes compras del Estado sean una palanca para el desarrollo de una industria competitiva y de calidad», subrayó el secretario de Industria, Martín Etchegoyen.
Las contrataciones públicas representan más del 5 por ciento del producto y el 2,5% del empleo, con lo cual esta medida podría favorecer el crecimiento de las industrias que apuesten a la integración local de piezas producidas en el país.
Para la redacción del proyecto, que quedará abierto a los aportes que puedan sugerir los distintos bloques, el Poder Ejecutivo contó con la colaboración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), tomando como referencia la legislación comparada de países como Israel, Estados Unidos, México y Brasil.