Esta empresa finlandesa, nacida en 1865, pasó por varios rubros antes de dedicarse de lleno al mundo de las telecomunicaciones, pero una vez que lo hizo, logró ser la más innovadora del sector por varios años. Te invitamos a conocer su historia.
En 1982, antes que Motorola lance al mercado su ya anunciado teléfono inalámbrico, Nokia comenzó a comercializar el Nokia Mobira Senator. Este teléfono tenía la particularidad de que para funcionar necesitaba una pesada batería de 10 kilos que era portada en un bolso, conocido como el “Bag Phone”. Como era de esperarse de la innovadora Nokia de aquél entonces, al poco tiempo logró sacarse este importante peso de encima y lanzar en 1984 el Mobira Talkman, un teléfono inalámbrico que pesaba la mitad: 5 kilos. Y tan sólo 3 años después, en 1987, logró reducir este peso a 800 gramos con el Mobira Cityman.
Estos tres primeros teléfonos describen lo que fue la dinámica de Nokia por más de 30 años, donde la empresa supo ser una marca líder en el sector caracterizándose por la constante innovación. Tanto fue así, que entre 1998 y 2007 la empresa aportó el 25% del crecimiento económico de Finlandia.
Pero el cuento de hadas se terminó rápidamente, cuando en 2007 Steve Jobs presentó el iPhone, y, en 2008, se lanzó el sistema operativo Android. Ese fue el momento del comienzo del declive de una empresa que seguía compitiendo con los Blackberrys cuando los millennials ya comenzaban a preferir los teléfonos inteligentes.
¿Cuál fue la razón de la brusca caída de sus ventas? ¿Se trató sólo de falta de innovación?
Según un estudio realizado por la Universidad neoyorkina Cornell University la razón del declive de Nokia fue lo que se conoce como “esclerosis organizativa”. Esto significa problemas internos entre los empleados por una extrema competitividad. Según uno de los autores de este estudio, Quy Huy, “cada departamento se convirtió en un reino y cada directivo en un pequeño emperador”. Todos estaban más preocupados por promocionarse que por el producto en el que estaban trabajando. Así lo reconoció también un exdirectivo de la empresa que asegura que el hundimiento de la firma fue producto de que los directivos ignoraban el clima emocional de sus empleados.
Pero finalmente, ¿qué pasó con Nokia?
Para 2011 había perdido el 40% del mercado mundial y sus acciones habían disminuido un 14%. Fue así que la empresa decidió firmar un acuerdo con Microsoft y convertirse en la principal proveedora de Windows Phone -un sistema operativo actualmente en extinción-. De esta alianza nacieron los Nokia Lumia, que a partir de 2014 pasaron a llamarse Microsoft Lumia y cuya última versión fue lanzada en 2016.
Entonces, a partir del 2014, ¿Nokia desapareció?
Como marca visible de celulares sí. Dejó de producirlos bajo su firma por casi tres años. Pero, cuando todos pensábamos que su crisis era irremontable volvió al mercado como si fuese que estos años de estancamiento no hubiesen pasado.
En enero de 2017 presentó el Nokia 6, regresando al mercado con el sistema operativo más utilizado: Android. Y a fines de ese mismo año presentó lo que se conocé como el mejor teléfono de la historia de Nokia: el Nokia 8 Sirocco, que varios analistas lo han posicionado como uno de los mejores teléfonos de gama alta con Android de 2018.
¿Estos celulares se pueden conseguir en la Argentina? Recién a principios de este mes Nokia anunció su regreso a nuestro país y el desembarco de tres modelos nuevos: Nokia 1, Nokia 3 y Nokia 6.1, que se comenzarán a producir en Tierra del Fuego con una inversión inicial de 30 millones de dólares.
Como el ave fénix, Nokia supo resurgir de las cenizas, pero ¿volverá a ser un referente en innovación en materia de telefonía móvil? ¿el público volverá a confiar en una empresa cuyos teléfonos antiguos ya no sirven más por la extinción de su exsistema operativo? ¿se puede renacer de la crisis? Lo único que podemos asegurar es que la respuesta del público oriental ante su regreso fue positiva: durante sus primeras 24 horas en el mercado vendió 250 mil equipos en China. Ahora resta analizar cómo reacciona el público latinoamericano ante su retorno.