La Fonoaudióloga misionera, Alicia Orfila, pasó por los estudios de Un Domingo Cualquiera y nos habló de la vida y las percepciones relacionadas con la mente y las emociones.
Orfila hizo un repaso de como comenzó su experiencia personal, “exactamente hace 15 años me di cuenta que tenia algunos conflictos personales, con mi propia mente y que no podía resolver. Como fonoaudióloga trabajaba en la recuperación de personas con derrame cerebral, ya había estudiado y me interesaba mucho el tema del cerebro. Entonces a partir de ahí empecé a hacer una investigación, y resolví mis cuestiones personales. Padecí depresión durante bastante tiempo, y no solo remedié cuestiones del pasado sino que a partir de eso también aprendí a resolver de una manera más profunda cada conflicto que emergía”.
Si bien siempre le gustó estudiar, comentó Alicia, “el motivo fue decir ‘bueno, a ver como hago para salir de este estado mental’, de una depresión que subía y bajaba, estaba mejor, empeoraba pero nunca había una estabilidad definitiva”.
Hoy día, tras haber dejado atrás sus problemas Orfila dice que “sigo estudiando, me encanta aprender y considero que haber asimilado como funciona mi mente para mi es ‘lo más’, porque de acuerdo a eso yo puedo abordar cualquier cosa desde un punto de vista mucho más amplio, más profundo, mas educativo”.
“Una vez que conocen como funciona la mente, como es un trabajo educativo, todo abordaje de conflicto es simple y es un abordaje personal, es una solución que vos le das, no es algo que te dijo otro, no es algo que escuchaste, es algo personal, es tu propia decisión, sos autónomo, por eso mis talleres tienen mucho que ver con la autonomía”, indicó.
Ante la consulta de como una persona sabe que está depresivo, Alicia dijo que “se debe hacer un autodiagnóstico. La mente tiene como estados de sube y baja, a veces estas mal y eso, mientras sea esporádico, se llama tristeza, o un “estado de bajón”; pero cuando es constante y no se termina y es “un bajón tras otro” entonces el diagnostico es depresión”.
Además acotó que “el primer paso es reconocer que me está pasando algo. Hoy es muy común tener un bajón, entonces las personas dicen, ‘estoy bajoneado’ como una justificación, y eso hace que no investigues, que no salgas de ahí. Entonces tomas una medicación o vas a algún lugar para atenuar, pero no entendes que está pasando en tu cabeza”.
“Quien no reconoce que tiene mal humor constantemente, que tiene tristeza, no puede hacer el trabajo consigo mismo”, remarcó.
Al respecto de cómo superar ‘el bajón’, Orfila indicó que “la mente tiene formas de tapar el dolor como recrearse saliendo con amistades o yendo a comer, etc. Esas son las maneras más facilistas que encuentra la mente para ocultar un dolor que va a ir creciendo, creciendo y creciendo porque vas tapando y de ahí surgen cuestiones más grandes que fuiste ocultando, por ejemplo algún síntoma importante de una enfermedad”.
Además dijo que acciones como reprimir, guardar o tapar el dolor no son un buen síntoma, “eso acumula muchísimo estrés. Entonces, esto es lo que hace la mente automáticamente”.
En ese sentido Alicia dijo que los seres humanos tenemos dos mentes. Una mente dividida, que funciona por defecto, esa mente automática decide resolver todo de una manera fácil y cómoda. “Esa mente automática es la que nos lleva a tapar en vez de resolver. Esto que vos dabas como solución (salir con amigos, ir a comer) son soluciones que no solucionan. Y luego está la mente esencial”.
En referencia a como predisponemos nuestro cuerpo y mente para trabajar la autonomía emocional indicó que “eso es un trabajo profundo, no es una conversación o una charla de conceptos, sino que es un trabajo para quien quiera mirarse a sí mismo”.
Ahí indicó que ella trabaja la autonomía emocional “mi taller dura ocho semanas, donde se realiza un trabajo intensivo con la propia mente para desactivar o desprogramar todos esos malos hábitos emocionales que tenemos. Entonces, insisto, reconocer que tenés mal humor, tristeza, celos o rabia contante, ese es el primer paso. Reconocer”.
Advirtió que desde el afuera puede que quieran ayudar “pero este es un camino individual, un camino personal donde la persona tiene que realmente estar harta de eso que está viviendo adentro de su propia cabeza, para tomar la decisión de hacer un trabajo interno, de cambiar, de sanarse, nada mejor que estar bien, pero por si mismo, no por salir a alegrarse con alguien”.
“Poner la responsabilidad de tus emociones afuera es dependencia emocional. Tirarle la responsabilidad a otro es muy común”, indicó.
“Eso no funciona para tener relaciones sanas, no funciona para que seas feliz. El primer paso, como lo dijimos, es reconocer. El segundo, hacerse responsable de sus propias emociones”.
La fonoaudióloga se refirió a que es una emoción y dijo que “una emoción es un montón de sustancias que circulan en nuestro cuerpo. Es como cuando decís tengo sed y querés tomar ésa bebida, tu cuerpo te pide esa bebida, con las emociones es igual. A medida que vamos entrenándonos en ser emocionalmente malhumorados, enojados o tristes, entrenamos nuestro cuerpo con esas sustancias, entonces el cuerpo te pide siempre más de eso. Esto quiere decir que no sos una persona malhumorada, sino que practicaste el mal humor”.
“El ‘yo soy así no existe’, yo estoy acostumbrado o entrenado en esa reacción de mal humor”, añadió.
Agregó que el ser humano puede controlar las emociones “porque si no las controla y no conoce sus emociones va a tener comportamientos de los cuales puede arrepentirse”.
Sobre desprogramar emociones y que conlleva eso, Alicia indicó que “esa parte implica un trabajo neuronal. La capacidad que tiene el cerebro para cambiar se llama plasticidad neuronal. El cambio emocional es posible a cualquier edad”.
Planteó que los seres humanos deben desprogramar el cerebro. En esa desprogramación vos dirigís tu emocionalidad. No puede haber nadie afuera que te diga, no hagas esto o no sientas esto, sino que vos tenés que ponerte limites. El ser humano le pone límites al otro. Le dice pórtate bien, no estés triste, no te enojes, no te deprimas… pero a sí mismo no se pone límites”. “Cuando uno cambia la emoción cambia también la realidad que vive”, agregó.
Sobre la influencia del entorno en una persona con problemas dijo que “si una persona está en un ambiente donde no se la ayuda a superar su depresión, una vez que la persona haga el trabajo o se sienta no deprimida, esas otras personas van a cambiar o se van a alejar. Si yo tengo una energía X, esa es la energía que va a estar alrededor mío”.
En otro marco de la charla hablo de como se emana la energía “con lo que piensa, siente, dice y hace. Esos son los cuatro factores de vibración”, indicó. “Cuando hay una dualidad entre mente y cuerpo, no se está sincronizado. Entonces esa división que hay entre cuerpo y mente es la que impide que logremos nuestras metas, que seamos felices”.
Orfila aseveró que las personas somos seres modificables. “Ahí trabaja la otra parte de la mente. Hablamos de la mente automática, pero en esta tramo es la mente esencial, o la luz, la que se ve involucrada”.
Agregó que “esa parte de la mente es la que está dispuesta a hacer cualquier cambio, es la que logra toda las metas, la que es coherente”.
Sobre la autonomía emocional, detalló que “es autoconocimiento. Es conocerse”.
Alicia afirmó que las personas no quieren reconocer el poder que tienen, el poder personal. “Esto es como una construcción que viene de lo religioso, de lo divino. Creemos que es algo que está lejos de nosotros. Nos formamos así, pensando que Dios es algo que está afuera del alcance, y Dios es una parte de nuestra mente. Entonces fomentamos que no tenemos poder, que el poder está afuera de nosotros y esto es lo que hace que las personas quieren hacer algo y enseguida, cuando aparece el obstáculo, creen que no pueden”.
Finalizando Alicia Orfila consideró que “los seres humanos tenemos una mente maravillosa, poderosa, pero tenemos que aprender a usarla, tenemos que destaparla, descubrirla”.
Consulta a Alicia Orfila en www.aliciaorfila.com.ar