En el marco de la reunión de la Comisión de Salud del Senado de la Nación, se presentó el proyecto de ley que propone establecer un régimen integral para la prevención, el tratamiento y el control de la obesidad en la Argentina.
La iniciativa, autoría de los senadores misioneros de “Innovación Federal” Dr. Carlos Arce (vicepresidente de la comisión) y Sonia Rojas Decut, fue enseñado en el Salón Arturo Illia y contó con la disertación del reconocido médico especialista en nutrición, Dr. Alberto Cormillot, el Dr. Jorge Harraca, Jefe de Servicio de Cirugía Bariátrica y Metabólica del Hospital Privado de Rosario y la Dra. Mónica Katz, Médica especialista en Nutrición.
El proyecto busca declarar de interés nacional la prevención, el tratamiento y el control de la obesidad, definida como una enfermedad crónica, compleja, metabólica e inflamatoria. En el proyecto se destaca que esta patología requiere un abordaje multidisciplinario y continuo, debido a su naturaleza progresiva y al impacto que genera en la salud pública del país. En uso de la palabra, Arce sostuvo que “hemos puesto como objetivo principal al paciente, que es lo más importante que tenemos en el equipo de salud” Además, resaltó que “hoy el enfoque jurídico lo define como un trastorno alimentario. Sobre esta definición, en la legislación actual, creemos que es parcial y desactualizada de lo que significa una enfermedad que debe ser considerada crónica con todos los enfoques preventivos e informativos y de tratamiento que debe tener una enfermedad crónica. Lo avalan consensos nacionales e internacionales de todas las sociedades científicas”.
Por su parte, el Dr. José Harraca, compartió la necesidad de actualizar la definición en la legislación vigente para pasar a un abordaje de la salud a la enfermedad. El médico especialista, también puntualizó en que las últimas encuestas nacionales de factores de riesgo muestran un gran crecimiento en los índices de obesidad pasando del 4% en 2005 al 30% en 2023. Sobre este punto, explicó que “el costo económico del 2018 para la Argentina fue de U$S 9.625 millones relacionados a la obesidad, de los cuales la mitad son costos directos en atención de personas con obesidad y sus complicaciones; y la otra mitad son los costos indirectos de pérdida de productividad, ausentismo laboral y mayor mortalidad. Una persona con obesidad mórbida le cuesta a la Nación U$S50.000 anuales”.
La Dra. Mónica Katz, médica especialista en nutrición, focalizó su exposición en que “tenemos que disminuir la discriminación. ¿Por qué? Porque si nosotros logramos que sea una enfermedad no le van a endilgar al paciente con obesidad que es culpable de su enfermedad. Hoy, mucha gente que vive con sobrepeso cree que es culpable, y no lo es. Culpables somos nosotros que empezamos tarde a tratarlo, o la inercia de tantos años de no hacer cosas. Si la declaramos como enfermedad, la persona que vive con obesidad no va a ser culpable y discriminada porque es una enfermedad, porque nadie discrimina al que tiene cáncer”.
Para finalizar el Dr. Alberto Cormillot, explicó que “estamos frente a una enfermedad muy compleja, porque no solamente actúa sobre los hechos del apetito, sino que actúa sobre los hechos del juicio. Entonces, las personas buscan salir por puertas que están pintadas sobre la pared, y no, no va a funcionar. Entonces, estamos en un tren con treinta vagones cargados cuesta abajo sin frenos y esperando que pare solo. Porque sé que el futuro, es el futuro de gente con sobrepeso. Entonces, veamos si nuestro país puede hacer algo”.
Este proyecto representa un paso significativo para abordar una problemática que afecta casi al 60% de la población y cuya incidencia sigue en aumento en todo el territorio nacional. Los legisladores instaron a avanzar en el debate parlamentario para garantizar la implementación de políticas públicas efectivas que protejan la salud de los argentinos.
Entre los principales objetivos de la propuesta, se incluyen:
• Reconocer la obesidad como una enfermedad multifactorial, otorgándole igual prioridad que a otras enfermedades crónicas.
• Promover hábitos saludables en la población general y fomentar la actividad física regular.
• Garantizar el acceso a tratamientos integrales y adecuados mediante la detección temprana y la capacitación de profesionales de la salud.
• Asegurar la cobertura de tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y endoscópicos en el sistema público de salud.
• Generar programas educativos en escuelas y entornos saludables que promuevan la alimentación adecuada y la resiliencia emocional.
• Combatir la estigmatización de las personas con obesidad, promoviendo la diversidad corporal.