La apertura del mercado argentino, anunciada por la Casa Blanca, generó el rechazo de la Federación Agraria, que consideró que con esta medida “en lugar de ser supermercado pasaremos a ser el depósito donde Estados Unidos meta las cosas que no puede ubicar en otros lugares”.
“El Gobierno dice querer fomentar la producción nacional y el agregado de valor, pero atacar de esta manera a la producción porcina nacional implica desconocer el rol que ésta cumple en las economías del interior del país, el empleo directo e indirecto que genera a través de muchísimas actividades anexas”, dijeron los federados.
Para la entidad, “el ingreso de carne de cerdo de Estados Unidos, tanto como de otros países, nos pone a los productores a competir en condiciones desfavorables”.