Se controlaron heladerías, distribuidoras de lácteos y huevos. Se trabaja de manera conjunta con los propietarios para garantizar la inocuidad de los productos que se comercializan.
La Secretaría de Salud, Medio Ambiente y Desarrollo Humano lleva adelante los controles sobre la elaboración y comercialización de productos comestibles en la ciudad. Diariamente se efectúan fiscalizaciones con el fin de prevenir riesgos y evitar intoxicaciones alimentarias.
En esta oportunidad se controlaron heladerías, distribuidoras de lácteos y huevos. El objetivo fue avanzar en la educación bromatológica, y trabajar de manera conjunta con los propietarios de estos comercios para garantizar la inocuidad de los productos que se comercializan.
Las inspecciones municipales se centraron también en lo que refiere a higiene del lugar, personal, libretas sanitarias y vestimentas. Las normativas utilizadas como base de este trabajo son ordenanzas municipales, el Código Alimentario Argentino y la Implementación de Buenas Prácticas de Manufactura y la legislación vigente para la implementación del protocolo COVID –19.
*Recomendaciones*
Vale aclarar que la cadena de frío consiste en el control constante de la temperatura en todas las fases de un alimento, desde su producción hasta su consumo, manteniéndolo en un mismo rango de temperatura y garantizando, de esta forma, su buen estado.
La contaminación de la comida en el proceso de preparación, conservación (cadena de frío), manipulación y distribución, puede producir intoxicaciones o infecciones. Los síntomas suelen aparecer pocas horas o días después de la ingesta, y varían de acuerdo al tipo de agente responsable (microorganismos, toxinas o parásitos); a la cantidad de alimento contaminado consumido, o al estado de salud de la persona.
Desde la Dirección de Contralor Bromatológico se aconseja que al realizar compras, comenzar por aquellos productos que no necesitan refrigeración, dejando para el final los perecederos, como lácteos, carnes, pescados, aves y productos congelados. También se debe confirmar que los productos congelados se conservan a la temperatura indicada en el envase, ya sea viendo el termómetro de la heladera o verificando la integridad del envase y firmeza de los mismos.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que las carnes, aves y pescados deben guardarse en bolsas, separados de otros alimentos, para evitar que los jugos de los mismos puedan contaminarlos.
Dentro de las acciones domésticas más importantes, no cortar la cadena de frío de los alimentos resulta vital para prevenir una intoxicación.