La carne vacuna fue uno de los productos más afectados de la economía en lo que va del año, que tuvo un comienzo difícil: en enero se registró 2,9% de inflación, según las cifras que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
“El consumo de carne disminuyó aproximadamente un 40% (con los aumentos de enero y febrero) y aún seguirá bajando con las nuevas subas que ya están planificadas”, dijo Nelson Lukoski, integrante de la Asociación de Comerciantes Misioneros.
Además, afirmó que desde comienzo de año el precio del novillo aumentó un 20%. Debido a eso los consumidores se inclinaron más a la compra de pollo y cerdo, que también sufrieron una suba de precios, pero no al ritmo de la carne vacuna.
Desde la Asociación de Comerciantes Misioneros detallan que el principal motivo del aumento de precios viene de los remates que se han dado en Buenos Aires y Santa Fe: “Vienen los exportadores y pagan sobreprecios, eso hace que se dispare tanto el precio de la carne”.
Por último, Lukoski detalló que la utilización de pescado no es muy usual en los consumidores, al menos en sus locales: “A pesar de que el precio del pescado se mantiene bastante, la mayoría de la gente no está acostumbrada a usar este producto en todas sus variedades”.
Fuente: Radio Red Ciudadana