“Estamos perdiendo el pulmón verde de Posadas, el Jardín Botánico. Tenemos que recuperarlo, y cuantos antes empecemos a accionar para ello, mejor”, sostuvo Diego Ciarmiello, candidato a concejal por el sublema Hay Una Esperanza, del Partido Agrario y Social.
Tras recorrer el lugar junto a su equipo de trabajo, indicó que “todo allí necesita atención: el suelo se erosiona con cada lluvia que cae, los árboles van perdiendo su alimento, la infraestructura para el visitante y para los empleados muestra signos de abandono, la biblioteca no está abierta al público, no hay cartelería – información orientativa, el vivero también evidencia deterioro y el personal asignado es insuficiente”.
Uno de los ejes de gestión que propone este sublema es la optimización de los espacios verdes dotándolos de contenido para lograr inclusión y desarrollo social. “¡Queremos, necesitamos, revertir la situación del Botánico! La naturaleza y la gestión ambiental son disparadores para una mejor calidad de vida, inclusiva, con actividades para niños y jóvenes, con opciones para el turismo, con más árboles para mitigar la contaminación del aire y sonora, y para ofrecer un excelente espacio de recreación para los posadeños”, enfatizó el dirigente ambiental.
Ciarmiello observó que el Jardín Botánico “carece actualmente de herramientas básicas como una buena cartelería y señalización; incluso el cartel del ingreso al sitio está literalmente en blanco, y los demás (pocos) ubicados en otros sectores, están decoloridos y poco legibles”, y propuso “impulsar una programación de actividades que abarque, por ejemplo, además de visitas guiadas, charlas y talleres referentes a la flora y fauna del lugar y a la vida y obra de Alberto Roth, inmigrante suizo radicado en Misiones, sabio naturalista, visionario ambiental, premiado como El Mejor Conservacionista del Suelo al Sud de Río Grande por Hugh Bennet, reconocido mundialmente por atender el problema de la erosión del suelo”.
También “los sanitarios (y demás estructuras) necesitan mejoras, la biblioteca permanece cerrada las 24 horas, el vivero clama atención, y falta personal de atención al público y de seguridad”, indicó Ciarmiello. Sobre este último punto, el dirigente recordó que “no hace mucho, los vecinos del barrio John F. Kennedy, quienes viven enfrente, pidieron más iluminación y presencia policial por las noches; hicieron público su preocupación y disgusto porque -dijeron- en el se concentran personas a consumir estupefacientes y permanecen durante largo tiempo con música a alto volumen. Eso se puede revertir con las acciones que proponemos desde nuestro sublema”, acotó.
Ciarmiello, de destacada trayectoria en el sector ambiental, manifestó que paradójicamente este pulmón verde, que lleva el nombre de uno de los más destacados conservacionistas de América, Alberto Roth, atraviesa un serio problema de erosión. Creado hace apenas 36 años, uno de las mayores urgencias es evitar que se siga perdiendo el suelo que da sustento a los árboles en las 11 hectáreas ubicadas en la chacra 223, a pasitos del acceso sur de la capital provincial. “El deterioro es tal que incluso uno de sus cuidadores, Chelo (José Luis Sarza), con quien charlamos, no sólo lo nota sino que es el primer asunto que expone cuando se le pregunta ¿cómo está el Botánico? El suelo está quedando seco; la lluvia está lavando la tierra y desde que se hizo la Costanera (que bordea el arroyo Zaimán), eso se nota más; los árboles se están quedando sin sus ‘vitaminas’”; hoy en día se está notando más las raíces; hay árboles que están al borde de caerse, ya no tienen de dónde sostenerse nos contó (y es lo que pudimos observar) este hombre”, relató Ciarmiello.